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Peugeot 405: historia, modelos y prueba

Peugeot 405 Mi16 barrido

Una berlina de las que ya quedan pocas. Repasamos la historia del Peugeot 405.

El Peugeot 405 fue la última berlina realmente exitosa de Peugeot dentro de la categoría medio-alta. Sus cualidades y atractivo justificaron la gran aceptación de toda la gama por parte del público español, gama que se encontraba coronada en sus comienzos por la variante multiválvulas que hoy nos acompaña: el Peugeot 405 Mi16.

Texto: Eduardo Martín-Soto.
Fotos: Jesús María Izquierdo.

Peugeot 405: historia

En aquellos tiempos de mediados finales de los años 80 y principios de los 90 Peugeot contaba con una gama de modelos bien estructurada y con más pimienta.

Aunque en España los productos de Peugeot no solía campar en el podio de las ventas (en lo francés siempre fuimos más de Renault), sus coches vendían bien: acordémonos de ese mito llamado Peugeot 205, de ese producto de adopción que iba para Talbot llamado Peugeot 309 con sus fabulosas versiones deportivas GTI de 8 ó 16v (este último uno de los mejores) o de uno de los productos más solventes creados por Peugeot, esa berlina de nombre Peugeot 505 presentada allá por 1979 y al que su actual sucesor en la centena, el Peugeot 508, nunca le hará sombra.

En resumen, todos estos elementos hicieron que la marca del león fuera una de las más percibidas en la calle, pero aún faltaba un elemento vital en esta ecuación: el Peugeot 405. Un guarismo para recordar.

Tras cinco años de desarrollo del proyecto D60, el Peugeot 405 se presenta en 1987, iniciando su comercialización en España un año después. El coche se encuadraba dentro de la categoría medio-alta, donde ya militaban rivales como el más vetusto Ford Sierra o su compatriota el Renault 21, su más directo adversario.

El del rombo tuvo mayores ventas, alcanzando en ocasiones el primer puesto absoluto (la aceptación del Renault 21 fue algo insólito), lo que hace que aunque cesara antes su producción, se vea todavía circulando alguna unidad más de las pocas que siguen dando servicio, ya que hay que tener en cuenta que ambos están ya desaparecidos del tráfico urbano.

Eso sí, pienso que si un escultor totalmente apartado de este mundo tuviera que elegir un diseño, se inclinaría por el Peugeot 405. Su carrocería trazada bajo las directrices de Pininfarina, de trazos más suaves que el Renault, daba al coche un aspecto más estilizado y a la vez más elegante.

Peugeot 405 Mi16 trasera en movimiento

Como digo, la aceptación del 405, que obtuvo el galardón de Coche del Año en Europa en 1988 fue alta, más teniendo en cuenta el tipo de coche del que hablamos.

Peugeot 405: versiones

En el momento de su lanzamiento la gama contó obviamente con varias versiones. El modelo de acceso, el Peugeot 405 GL equipaba un motor 1.600 de carburación de 92 CV, con un equipamiento austero.

El siguiente paso la variante GR, con motor 1.900 también de carburación ofrecía 110 CV y algo más de equipo, haciendo de él la mejor relación precio/producto.

Ya en un escalón superior y con muy buena aceptación, dado que el mercado español siempre fue exigente en equipamiento, se situaba el SRi. Mismo bloque 1.9 con inyección electrónica para ofrecer 125 CV; un producto lujoso y más que suficiente para cualquier conductor exigente.

Finalmente, en la parte alta se situaba el atractivo ‘Mi16’ como berlina de talante deportivo.

Para 1993 la gama del Peugeot 405 sufre una renovación completa para atacar el final de su vida comercial, que se extendería hasta 1996 sustituido por el Peugeot 406.

Citar la incorporación de la versión 405 T16 con 196 CV, como modelo superior de toda la gama. Equipaba el motor de 1.998 cm3 con cuatro válvulas por cilindro, Turbo y tracción total; sin duda un modelo escaso que lo convierten en una buena inversión.

Peugeot 405 Mi16 portada

Este nuevo bloque de 1.998 cm3 pasaría a ser también el propulsor del Mi16 (Código XU10J4) hasta el cese de su comercialización en España en 1994, quedando sólo el T16 como variante prestacional.

Como hemos citado, la gama fue amplia, completada con variantes diésel, familiares break y con tracción total. De estos últimos existieron para España los modelos GRx4 y Mi16x4. En relación a este último, citar que es un modelo escaso y sin duda coleccionable, pero en el fondo menos interesante que el Mi16 de tracción delantera, dado que el coche en conjunto perdía más de lo que ganaba con la aportación de la transmisión 4×4.

Peugeot 405 Mi16: nuestro protagonista

El Peugeot 405 Mi16 se colocaba en lo más alto como variante deportiva, haciendo a su vez la labor de ‘coche imagen’ para toda la gama. Era la elección ideal para aquel que buscaba un paso más en prestaciones y eficacia sobre la versión SRi, la cual cumplía ya de forma suficiente para un conductor exigente, aunque ciertamente menos ‘quemado’.

Su carta de presentación y elemento principal que bautizaba al modelo con esa sugerente denominación, era el conocido bloque motor de 1.905 cm3, en este caso con 16 válvulas (Código XU9J4Z). Este motor del grupo PSA era una evolución del conocido 1.600 cm3 estrenado en el Citroën BX, vehículo que también lo montaba en su variante GTI 16v.

Como se sabe, la aplicación de las culatas multiválvulas empezaba a ser masiva en aquel tiempo como recurso para la realización de versiones prestacionales en detrimento de la sobrealimentación. El resultado, viendo los números indicativos de prestaciones, podía ser similar, pero las sensaciones al volante diferían, consiguiendo en este caso un producto con garra, nunca mejor dicho, de prestaciones elevadas con una velocidad ‘punta’ muy por encima de la legalidad, acompañado todo de una gran eficacia, quizás lo mejor del coche.

Todo ello se traducía en un cóctel de sensaciones recibidas de forma enérgica, pero sedosa, gracias a la elasticidad de su motor, a diferencia por ejemplo, de lo que se percibía al volante de un R21 Turbo, más radical o explosivo.

Peugeot 405 Mi16: exterior e interior

Peugeot 405 Mi16 salpicadero

Ante nosotros tenemos una bonita unidad roja y muy bien conservada de un Peugeot 405 Mi16 que ha puesto a nuestra disposición Marcos, su propietario. Este 405 de 1988 es una de las primeras unidades que, tirando de estadísticas, vemos que corresponde a una de las 5.827 unidades de Mi16 vendidas ese año en España.

Recordando perfectamente aquella época, es verdad que el rojo y el plateado fueron unos colores muy demandados por lo bien que le quedaban. Como dije, me parece un tres cuerpos muy atractivo, donde la adopción del faldón delantero, spoiler trasero y llantas de aleación de estrella rematan un conjunto de aspecto deportivo pero no estridente. Para los más curiosos, se puede apreciar la similitud de la caída del montante trasero con el Alfa 164, algo que ciertamente no es casual.

En el interior, la cosa cambia y decepciona más. Mirando el plus de precio del Peugeot, por ejemplo respecto de su primo el Citroën BX, hubiera merecido un salpicadero de mayor prestancia, de más calidad (situándonos en aquellos tiempos) y sobre todo una instrumentación menos cicatera. Siguiendo en el interior y teniendo en cuenta su faceta de berlina, la habitabilidad merecía una nota alta, así como su capacidad de carga con un maletero más que suficiente.

En resumen, el Mi16 se podía considerar una berlina para todo, perdón… para casi todo, ya que cumplía como un 405 ‘corriente’ en su vertiente familiar, era distinguido y elegante como para utilizarlo de coche de boda y a su vez guardaba otra faceta cuando la aguja del cuentavueltas subía y subía. …

Peugeot 405 Mi16: prueba

Acomodados en los asientos de cuero que nuestra unidad montó opcionalmente y que sin duda enaltecen el interior, nos damos cuenta que el 405 es un coche muy gratificante y fácil de llevar deprisa.

En mi opinión los 405 ofrecían como su mejor carta una estabilidad excelente, y en este caso del Mi16, dotado con una suspensión más firme, se borraba de un plumazo la ‘blandura’ típica de los coches franceses, consiguiendo como resultado un coche de dinámica muy eficaz, elemento de búsqueda principal al adquirir un vehículo de este tipo.

En trazados abiertos no hay tacha, pero sus buenas formas se valoran realmente en trazados más retorcidos donde su comportamiento sorprende para ser un tracción delantera, en el sentido que no hay que pelearse con el coche para introducirlo en las curvas.

Peugeot 405 Mi16 motor

Para ello, la dirección comandada por un volante específico de tres radios es rápida, no cansa y pasa la prueba, cosa que no podemos decir de los frenos que debieron de haber sido aún algo más ‘gordos’ respecto a las variantes turísticas.

Peugeot 405 Mi16: motor

Ciertamente vemos que el coche cumple en sus maneras, pero ¿qué pasa con el elemento que tira de todo?

Respecto al mismo, este 4 cilindros multiválvulas alimentado por una inyección Motronic proporciona unas prestaciones notables gracias a sus 160 CV (147 CV los catalizados para otros mercados).

La velocidad punta es elevada, ayudado sin duda por la buena aerodinámica del coche; en cambio, en aceleración pura y recuperaciones se veía algo penalizado y no destacaba tanto. Con ello no queremos poner una nota gris, simplemente es el dictamen de los fríos números, los cuales no siempre expresan correctamente  las bondades de un coche, y repito que un coche de estos en 1988 ‘andaba’ más que el 90% de lo que circulaba por carretera.

En el fondo, del Peugeot 405 Mi16 hemos de quedarnos con el dato de que es un coche cuya conducción enganchaba, con un excelente comportamiento, con un propulsor fiable, bastante ‘lleno’ en todo su rango de utilización para ser un multiválvulas de entonces y con una capacidad para subir de vueltas encomiable.

Eso sí, si se desea disfrutar realmente de esta versión deportiva, nos hemos de mantener por encima del entorno de las 4.000 vueltas donde el corazón del león nos lo hará saber con su sonido.

Un rugido suficiente para no aletargarnos y disfrutar del viaje a través de las sensaciones transmitidas, porque esto es lo que se podía encontrar en Peugeot cuando alguien compraba hace 20 ó 25 años un coche de la marca que portara los anagramas ‘16v’, ‘GTI’ o ‘Rallye’.

Peugeot 405 Mi16: conclusión

Es cierto que coches como este Peugeot 405 Mi16 o rivales del momento no despiertan aún un gran interés por parte de los aficionados, sea por su edad o por otros condicionantes. Pero esta baja valoración puede convertirse ahora en algo positivo, y es que, si piensas hacer tus primeros pinitos en esta afición y se te presenta la opción de adoptar un Mi16 en buen estado, no lo dudes, porque lo tiene casi todo: es atractivo, práctico, rápido y en poco tiempo verás que la inversión te ha compensado.

Peugeot 405 Mi16: ficha técnica

ModeloPeugeot 405 Mi16
DisposiciónDelantero longitudinal
Cilindrada1.905 cm3
Diámetro por carrera83 x 88 mm
Potencia/régimen160 CV / 6.500 rpm
Par/régimen180,5 Nm / 5.000 rpm
AlimentaciónInyección electrónica Bosch Motronic
Compresión10,4:1
DistribuciónDoble árbol de levas en culata, cuatro válvulas por cilindro
CombustibleGasolina
TracciónDelantera
Caja de cambiosManual 5 velocidades
TipoAutoportante de acero
CarroceríaBerlina de 4 puertas (5 plazas)
Suspensión delanteraIndependiente tipo McPherson con barra estabilizadora
Suspensión traseraIndependiente, ruedas tiradas con barras de torsión
DirecciónCremallera asistida
FrenosDiscos ventilados delanteros. Discos traseros. ABS en opción
Consumo90 km/h: 6,7 l/100 km 120 km/h: 8,2 l/100 km Ciudad: 11,1 l/100 km
Longitud/anchura/altura4.408/1.694/1.406 mm
Vías/Dist. entre ejes1.450-1.436/2.669 mm
Peso en vacío1.110 kg
Medida llanta5,5 x 14”
Medida neumáticos195/60 HR 14
Capacidad del depósito70 litros
0 a 100 km/h8,6 s
Velocidad máxima219 km/h
Relación peso/potencia6,9 kg/CV
Precio2.890.000 pesetas
Cotización1.100-3.600 euros

Iván Vicario Martín

Nací periodista del motor, así que tengo la suerte de poder decir que dedico mis días a mi pasión. Actualmente dirijo la revista Coches Clásicos, aunque he tocado todos los palos: tuning, modernos, web, competición, radio… Me apasiona todo lo que tenga cuatro ruedas, si tiene que ver con la Fórmula 1 o Le Mans, más aún. Fan indisimulado del mejor piloto de todos los tiempos: Nigel Mansell.

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